jueves, 6 de septiembre de 2012

la torre blava




Hace unos días estuve en La Torre Blava, desde el exterior no imaginaba todo lo que en su interior se escondía.

Fue construida en el último tercio del siglo XIX con fines defensivos, en el año 2000 fue inagurado el espacio de arte donde el artista Josep Guinovart había convertido la torre en espacio de homenaje al mar y los marineros, interpreta la torre como un faro y nos hace seguir un camino ascendente lleno de simbolismos.

En la primera planta Guinovart se centra en la memoria épica del mar, piratas, naufragios y dramas ocurridos en la comarca, conservados por la memoria popular y reinterpretados por el artista.



el trabajo de Guinovart nos lleva años atrás, al momento del drama 1886, l'any dels negats


el bastón de palo de higuera del poeta pirata, cuenta la leyenda que la delicadeza de su alma era tanta que al morir nació la fruta en su bastón


grabados con motivos del mar realizados por el artista en el cemento del suelo


 en la segunda planta coloca por toda la sala un laberinto de espejos para conseguir transmitir la profundidad y la inmensidad del mar, en el centro una estructura llena de cuerdas y nudos del oficio de pescadores y marineros

                                                                                  

la tercera planta se resume en un homenaje a personajes, locales y universales, que han tenido como fuente de inspiración el mar. Encontramos referencias a la poesía, a la literatura y a la música, temas muy presentes en su obra


después de visitar la instalación y pasear por el interior mismo de la obra, una escalera de caracol nos llevará a la azotea, donde podemos deleitarnos con unas fantásticas vistas del mar real,
una veleta en forma de barco con grabados de las constelaciones corona la Torre Blava.


Passeig de Ribes Roges, s/n    Vilanova i la Geltrú     (Barcelona)


domingo, 2 de septiembre de 2012








Se acercaba el cumple de una amiga y quería hacerle un regalo especial, para recordar con el paso del tiempo, las libretas me encantan, así que me puse manos a la obra, utilicé una caja de cereales para las tapas, después fue cuestión de aplicar papel y color, cortar las hojas al tamaño adecuado y unirlo todo con unos cordones. Quise añadir algún detalle en las hojas interiores por lo que las fui decorando con sellos diversos